La atención al detalle marca la diferencia. Garantizar los estándares más altos en higiene sin renunciar a la comodidad no es tarea sencilla. Por eso, uno de los aspectos que más influye y contribuye a ello es la elección de los textiles, especialmente en sábanas y toallas.
Es el éxito o la mediocridad. Suena duro, pero es así. Cuando una lavandería industrial opera sin problemas, la satisfacción del cliente se mantiene alta. Los clientes confían en la puntualidad, la constancia y la calidad del servicio. Esta es la finalidad de todo negocio y conseguirlo, una vez más, depende de ti.
Blanco o negro, derecha o izquierda, arriba o abajo… A veces resulta sencillo y otras, en cambio, tomar una decisión cuesta más por las consecuencias que acarrea.
Y es que, de media, una persona al día puede tomar cerca de 35.000 decisiones, ¿parece increíble, no crees?
Eso sí, solo somos conscientes de una pequeña parte de ella, ya que el 99,74% de ellas, las tomamos de forma automática, es decir, al cabo del día tomamos unas 100 decisiones con plena conciencia de ello.
Aún y todo, 100 decisiones al día, sinceramente, nos parece que puede traer consigo un gran desgaste dependiendo de la magnitud del dilema, ¿verdad?
Por eso, hemos decidido que, por lo menos, lo que a nosotros respecta, vamos a ponértelo fácil.
La ropa laboral en la industria alimentaria desempeña un papel crucial en la seguridad, la higiene y la calidad de los productos. Cumplir con las normativas establecidas y garantizar características específicas en la indumentaria es fundamental para mantener un entorno laboral saludable y para asegurar la integridad de los alimentos producidos.
La desinfección y la limpieza dentro de la industria hortofrutícula puede ser como entrar en un laberinto donde hay una meta, con muchos caminos, en el que cada decisión te lleva a una pared o no, pero, eso sí, lo que tienes que tener claro es que solo uno, te va a conducir a la salida, y ésta es sólo conseguir un área y superficie libre de bacterias, gérmenes y/o microorganismos.