UN, DOS, TRES... ¡AL AGUA!
¿Preparado para el primer chapuzón de la temporada? Suben las temperaturas y lo primero que nos planteamos es preparar la piscina para poder refrescarnos. Pero no todo es tener el agua transparente y fresquita. Si no quieres que la apertura se convierta en una pesadilla debes tener en cuenta que es necesario realizar una buena limpieza y desinfección, no sólo del vaso de la piscina sino también de los alrededores y, por supuesto, comprobar que el agua esté con los niveles adecuados.
Empecemos:
- En la llamada zona de playa, dónde está incluida las zonas verdes, es importante realizar un tratamiento de desinsectación para eliminar cualquier organismo que suponga un riesgo sanitario como, por ejemplo, las picaduras de mosquitos, garrapatas, pulgas, hormigas… La finalidad no debe ser otra que crear un lugar libre de plagas. Recuerda que, además si es una piscina de uso público se precisa obligatoriamente para su apertura, un Certificado de Control de Plagas durante la temporada de uso.
- Otra parte donde la desinfección es vital es la zona de pediluvio, duchas y pie de vasos de la piscina; también de los aseos y los vestuarios en los que, por sus características, vamos a hacer un alto puesto que, antes de pasar al siguiente paso (el llenado del vaso) hay que poner el foco en un microorganismo que nos puede levantar dolor de cabeza si no tenemos precaución: la Legionella.
Las instalaciones de agua fría de consumo humano, que son las que abastecen de agua a todo el conjunto de la piscina, son consideradas por el RD 865/2003 como instalaciones de menor riesgo de proliferación y disposición de Legionella, pero esto no significa que no sea obligatorio y por supuesto, que no entrame riesgos. Es por ello, que es imprescindible realizar una impecable desinfección de la red que abastece a los aseos y duchas, incluidas aquellas que se encuentran alrededor de las piscinas.
- A continuación, pasamos al vaso de piscina. Si se decidió por no conservar el agua, lo primero que hay que hacer es realizar una limpieza profunda para eliminar todo resto de suciedad y posibles incrustaciones a base de productos con hipoclorito sódico. Una vez realizado este paso, ya se puede proceder al llenado.
- Llega el momento de poner el ojo en la calidad del agua. Según la normativa fijada por el RD 742/2013, en el caso de Extremadura decreto 102/2013 e instrucción 1/2014, se debe tomar una muestra 15 días antes de la apertura para determinar los parámetros microbiológicos y fisicoquímicos, de tal modo que se garantice que el agua esté lista. Esta muestra de calidad debe analizarla un laboratorio especializado y debe repetirse una vez al mes.
- En cuanto al mantenimiento diario del agua, hay tres parámetros que son imprescindibles que mantengas a raya:
- Cloro Residual Libre (CRL) entre 0.5 mg/l y 2 mg/l
- Cloro Combinado: no puede superar en 0.6 mg/l al CRL medido
- PH: los parámetros deben ser de 7.2 a 8
Las mediciones tienen que ser tomadas antes de la apertura al público, en la hora de mayor afluencia y al final de la jornada.
Si es el primer año que asumes la apertura de una piscina ya sea a nivel profesional, como puede ser la gestión de piscinas comunitarias o públicas, o de forma particular no te asustes. En el mercado existen productos que te podrán estos pasos muy fáciles.
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No te compliques y confía en aquellos que saben.