NUEVA LEY PARA LOS UTENSILIOS DE PLÁSTICO EN 2020
Los problemas medioambientales son cada vez más visibles y los artículos de plástico desechables se han convertido en el principal enemigo del ecosistema marino.
Las alternativas al plástico buscan hacerse un hueco en el mercado ante los cambios que supone la nueva ley. La celulosa, madera, PLA, CPLA y bagazo son los protagonistas.
Cada vez estamos más acostumbrados a ver las playas plagadas de plásticos y suciedad, así como a animales marinos afectados por este tipo de material.
Para ponerle remedio, el Parlamento Europeo y también la Comisión de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente de España, han acordado prohibir artículos de plástico de un solo uso a partir de enero de 2020.
¿Cómo afecta esta nueva ley a los plásticos?
La propuesta publicada el 16 de enero en el Boletín Oficial de las Cortes Generales especifica que, a partir del 1 de enero de 2020, se restrinja el uso, comercialización, importación y exportación de utensilios de un solo uso como, por ejemplo, platos, vasos, cubiertos y pajitas fabricados íntegramente a partir de plástico.
De esta forma, a partir de primeros de 2020, todos estos utensilios de cocina de un solo uso deberán ser fabricados, al menos, en un 50% de materiales biodegradables.
Se prevé, además, que a partir de 2025 este porcentaje ascienda al 60% para los materiales orgánicos biodegradables.
Los componentes plásticos que se verán restringidos a partir de 2020 son: Polipropileno (PP), Poliestireno Biorientado (OPS), Polietileno Tereftato (PET), Poliestireno (PS), FOAM.
¿Cuáles son los componentes alternativos al plástico?
El bagazo o caña de azúcar: surge del desecho de la producción de azúcar de caña. Contiene un alto nivel de celulosa, A partir de 1 tallo de caña de azúcar se pueden fabricar hasta 50 platos desechables y es un material biodegradable.
El Ácido Poliláctico o PLA: es un bioplástico fabricado a partir de recursos naturales como, por ejemplo, azúcar. Su estructura transparente permite que la humedad se escape fácilmente, por lo que las frutas y verduras se mantienen frescas por más tiempo y también es biodegradable.
Celulosa y madera: la madera resiste menos al calor que la celulosa y su resistencia al líquido es limitada, por lo que es un material ideal para la fabricación de cubiertos. La celulosa es un componente biodegradable.
